En 2017 comenzó un proyecto de stoner sin rumbo fijo.
Dos personas, que representan un choque de fuerzas, irradian potentes melodías terrenales.
2 años de ensayos, creaciones, olvidos y aciertos le dieron vida a un sonido oscuro y liberador.
A mitad del 2019, el primer lanzamiento de la banda ("El último solsticio") significa una nueva etapa de visibilización, expansión y de mucha oscuridad.